La Generalitat ha puesto en marcha su nuevo modelo de “justicia accesible e inclusiva”, que busca garantizar que las más de 310,000 personas con diversidad funcional que viven en este territorio tengan sus derechos garantizados.
El lenguaje legal no es sencillo, y cualquier proceso se vuelve todavía más complicado para aquellas personas que tienen dificultades con la lectura. Para intentar acabar con estas barreras y garantizar que todo el mundo tenga la posibilidad de tomar decisiones por sí mismo, la Consellería de Justicia se ha unido a asociaciones como CERMI o Plena Inclusión para elaborar este nuevo progama.
El nuevo modelo de justicia valenciano incluye varios ejes de trabajo, entre los que encontramos la creación de servicios de orientación y asistencia gratuítos o la adaptación de las resoluciones judiciales a Lectura Fácil. Además de la eliminación de las barreras cognitivas, se trabajará también para asegurar que no existan barreras físicas o sensoriales: a lo largo de los dos próximos años se han planeado reformas en 33 sedes judiciales para instalar rampas y ascensores, cambiar las señalizaciones e itinerarios o instalar bucles magnéticos para reducir el sonido ambiente.
En la presentación del plan de acción, la consellera Gabriela Bravo ha animado al resto de la jurisprudencia a trabajar también para seguir trabajando en favor de una sociedad más justa para todos: "Quedan muchas barreras por levantar, también las invisibles".