Todos los 18 de diciembre, las Naciones Unidas recuerdan a todas las personas que dejan sus lugares de origen en busca de una vida mejor.
La migración ha cambiado y aumentado mucho en la época de la globalización, y (para bien o para mal) es uno de los temas que más atraen la atención de ciudadanos y políticos, sobre todo en este contexto de pandemia mundial. Las personas migrantes han estado en primera línea en la lucha contra el COVID-19, y al mismo tiempo han sido algunas de las más afectadas no sólo por la enfermedad, sino por sus consecuencias sociales y económicas: han perdido sus empleos, han sido desalojados de los lugares en los que viven y, a causa de las restricciones de movilidad, muchos de ellos no han tenido tampoco la posibilidad de regresar a sus hogares. En una situación tan excepcional, es más importante que nunca trabajar para mejorar el acceso de las personas migrantes a los servicios sanitarios, a unas condiciones de empleo dignas, y facilitar su integración en la sociedad. Y, sobre todo, no dejar que la pandemia nos haga desandar el camino que llevamos recorrido en estos últimos años en cuanto a sus derechos, sea cual sea su situación legal. En este enlace podrás acceder a los materiales y eventos que las Naciones Unidas han organizado para este día. Un día que esperan que nos recuerde que la migración debería ser una elección, no una necesidad.